"Lo que estás pidiendo es imposible, pero lo llevaremos a cabo", La historia de los orígenes de GIMI

"Tal vez no deberías escribir que comencé en mi sótano, solo con unos pocos seguidores que creían en la idea", dijo el Dr. Yossie Shevel, presidente del Instituto Internacional de Gestión de Galilea (GIMI), "suena loco". Y era una locura.

Hoy, GIMI cuenta con 20,000 graduados de más de 170 países, decenas de socios internacionales e innumerables acuerdos con gobiernos locales y nacionales. La organización emplea un personal permanente de casi 100 personas, sin incluir a los expertos invitados que vienen a dar conferencias en todo Israel. El propio Dr. Shevel realiza muchos viajes al extranjero durante todo el año para reunirse con altos funcionarios del gobierno, líderes de organizaciones internacionales y graduados (algunos de los cuales son los propios funcionarios y líderes). Sin embargo, se necesitó creer en ideas locas para llegar hasta aquí y estamos aquí para quedarnos, gracias al hecho de que el Dr. Shevel continúa haciendo cosas locas.

En 1986, cuando estaba desarrollando nuevos programas para la Escuela Internacional de la Universidad de Haifa, vendió un curso en México y contrató a varios conferencistas en el extranjero para llevarlo a cabo. El programa despertó la política y los conflictos universitarios, ya que los profesores que no fueron elegidos se ofendieron. El Dr. Shevel entendió allí y luego, que no podía llevar a cabo los programas de desarrollo de capacidades que había estado soñando dentro del marco de la universidad.

El Dr. Shevel se propuso entregar tales programas en privado, con la ayuda de algunos amigos que estaban tan emocionados como él con la idea de compartir el conocimiento israelí con el resto del mundo. Estos creyentes eran el General Mayor (Ret.) Dr. Baruch Levy, todavía Presidente de la Junta de Fideicomisarios y el Dr. Nathan Tirosh, ahora Decano del Instituto y Director Académico de una serie de programas. Y, sí, realmente comenzó en su sótano, con la ayuda de un teléfono y una máquina de fax. Era 1987.

Al principio, el Dr. Shevel dió una conferencia, luego programó otras junto con viajes de estudio, y trabajó como el Registrador. "Hubo momentos en que accidentalmente programé dos profesores al mismo tiempo", se rió. Rápidamente entendió que tenía que encontrar más personal para encargarse de la logística y la administración. "Antes que nada, agregué a Sofi", dijo con nostalgia. Sofi Sadaka, hoy es una figura central en GIMI: la querida Directora del Departamento de Administración. "Hay un modelo de gestión que nos describe a los dos. Soy el desordenado con las ideas y ella está totalmente organizada. Nos completamos el uno al otro”.

Cuando se le preguntó qué le hizo creer que funcionaría, respondió simplemente "Optimismo".

Él cree que Europa occidental no puede ofrecer a los países en desarrollo y más jóvenes lo que Israel puede ofrecer. "No tienen nuestras luchas por el agua, por ejemplo. Puedan enseñar la teoría, pero no pueden mostrar cómo las granjas lecheras y los cultivos están floreciendo en el desierto, como los participantes ven en nuestros viajes de estudio”.

El Dr. Shevel cree en las personas. Él cree en las maravillas de la educación y el trabajo duro para crear progreso. Él mismo tiene un gran orgullo nacional. Aunque es crítico con la política actual en Israel, está orgulloso de la historia de desarrollo del joven país y del espíritu del pueblo israelí en cuanto a la investigación, innovación y creación de mejores condiciones sociales para consigo mismo. Él desea ayudar a otros a desarrollar sus propias fuentes de orgullo nacional, incluidos nuestros vecinos palestinos.

A pesar de las complicadas cuestiones políticas y de visados, desde el principio el Dr. Shevel ha estado trabajando con los palestinos, reuniendo a los participantes para cursos sobre el desarrollo de la agricultura y otros aspectos de su economía. Hace dos semanas, se abrió un programa que recibió el apoyo del gobierno estadounidense. Reúne a agricultores palestinos e israelíes para crear empresas conjuntas.

El Dr. Shevel recuerda con divertida satisfacción lo que uno de los directores académicos le dijo recientemente, con respecto a otra gran solicitud: "Lo que está pidiendo es imposible, pero lo llevaremos a cabo".

Todos los que trabajan con el Dr. Shevel se han sorprendido por una u otra idea. Muchas veces realmente toman forma y se vuelven reales, ¡y otras no! También cuenta con honestidad los tiempos difíciles, cuando la cantidad de participantes en los programas disminuyó debido a la economía global y a los acuerdos que se olvidaron o no se implementaron. Pero hay suficientes veces que funciona y suficientes graduados que han compartido sus historias de éxito para mantener vivo este lugar. Los muchos graduados, con sus propias misiones ideológicas, que han venido aquí y han utilizado el conocimiento que recibieron para implementar y desarrollar proyectos propios asombrosos, son realmente fuentes de orgullo para sus propias comunidades y para el instituto por igual.

Sin ver el paralelo en sí mismo, los cursos que ofrece el instituto del Dr. Shevel enfatizan un enfoque audaz de la gestión, que otorga un lugar central a la innovación y la capacidad de ver lo que aún no existe, junto con un estilo de gestión que responsabiliza a las personas y los valores del trabajo duro, motivado por los mismos valores en sí. Hemos estado viendo los resultados.

"Kadima", nos dice el Dr. Shevel al final de cada reunión. La palabra significa "adelante" en hebreo, con la connotación de "¡vamos a trabajar!"